23/02/204 Por Sara Mum
Parece un título un tanto chocante o quizá pienses que lo estoy utilizando para llamar tu atención, pero realmente es lo que pienso.
Cada día, estoy más convencida de que las cosas están cambiando, sí, pero no para bien. Como indico al principio, cada palabra que expreso en este texto, es mi opinión y encantada de ser conocedora de la tuya.
Yendo al meollo del asunto, me llama la atención que hace no tanto tiempo, eran los hombres los encargados de la «conquista» (palabra que no me gusta demasiado para el proceso en sí pero es bastante explícito), eran lo hombres los que generalmente nos hacían sentir ese deseo de querer algo más que ser amigos. Ahora las tornas han cambiado hasta tal punto que ya no existe la «conquista».
Puede que sea el momento en que nosotras seamos astutas, llevemos el control y demos el paso, iniciemos una mirada, una sonrisa y no dejemos pasar el tiempo pensado en lo que podría pasar. Pero es que ya no hay nada, es hueco, vacío, ya no se le da importancia al cómo, solo al resultado.
Vale que haya momentos en los que no se quiera nada serio, lo entiendo, pero de ahí a un hola y adiós, cero compromisos y tus emociones me importan un carajo porque soy una mujer empoderada a la que solo me importo yo. He de puntualizar que estoy generalizando y me baso en lo que veo y buenos amigos me cuentan.
Es bastante intenso esto, lo sé, pero así soy, no soporto ver cómo cada vez le damos menos importancia a lo que el otro siente y solo pensamos en lo que siento yo, luego queremos vendernos la moto, damos el do de pecho porque hemos leído un par de libros sobre inteligencia emocional, a la hora de la verdad, ¿Dónde está la verdad?
Veo cómo una generación de mujeres se está perdiendo algo maravilloso, ahora son las que toman la iniciativa, la iniciativa de algo vacío, de hacer ver que ya no es necesario ese momento de conexión, de sentir, de apreciar que la otra persona está sintiendo algo interesante, que ahora «solo es cuestión de esperar a ver cuál de todas se lanza al cuello», como me contaba un buen amigo no hace mucho.
Espero que esta percepción mía sea solo eso, una percepción, porque me parece muy triste que no seamos lo suficientemente zorras como para darnos cuenta de que de este modo, se pierde algo tan bello como ser capaces de enamorar con una simple mirada.