04/08/2023
Cuánto tiempo sin daros una reflexión de las mías…..
La verdad es que lo echaba de menos y tengo mucho que contaros.
En este último año han pasado muchas cosas y he aprendido mucho, hoy quiero compartiros uno de esos aprendizajes que marcan la diferencia.
He estado inmersa en un profundo aprendizaje personal sobre cómo implementar hábitos, rutinas y acciones que mejoren mi día a día, ya que al final está claro que no somos eternas y hemos venido a este mundo para hacer aquello que nos hace felices.
Esa es mi máxima en cualquier sesión de orden: transformar un espacio para que el cliente lo disfrute al máximo.
Pero… no todo es orden.
Algo que me creaba verdadero sentimiento de culpa era anteponer la realización de las tareas básicas del hogar a mi cuidado personal, aunque de los errores se aprende. ¡Qué importante es sentirse bien para que así todo fluya!
Es uno de mis valores, tener una casa limpia y ordenada, pero me costaba mucho mantener la motivación y la energía diaria para realizar todas las tareas que del día a día, hasta que paré, me hice mil preguntas sobre lo que es importante para mi y di con la tecla. La balanza no estaba equilibrada y claro, al final mi energía era 0 al finalizar el día. De ahí que mi energía se drenara porque siempre encontraba tareas que hacer en casa antes de darme el gustazo y disfrutar más de mi misma.
Lo que os quiero contar con todo esto es que, está claro que es increíble tener una casa bien organizada porque la gran consecuencia es tener la mente en orden, pero lo más increíble es sentir que cuando organizas de forma estratégica, tu cabeza empieza a pedirte otros estímulos ya que dispones de más tiempo libre.
Ahora celebro que haberme hecho esas preguntas y tener unos valores claros, han hecho que ahora mi máxima sea vivir con una casa organizada para que todo mi tiempo lo pueda dedicar a implementar todo aquello que me haga sentir bien. Esto no solo es pasar tiempo con mi familia o amigos, es tiempo para estar sola, para hacer ejercicio, para ir a lugares que me saquen de mi zona de confort y que todo esto me permita ampliar mis canales neuronales.
De este modo mi vida tiene todo el sentido, me levanto con energía, con ganas de más y me acuesto con la ilusión de qué reto vendrá mañana.
Espero que esta pequeña reflexión os incite a pensar, a cuestionaros las cosas y lo que os puedo asegurar es que si os ha gustado, seguiré compartiendo más de estas pequeñas cosas que hacen ver la vida de otra manera.
